MANTEQUILLA DE CACAHUETES

La mantequilla de cacahuetes es de esas recetas tan fáciles de preparar que no merece la pena comprarla. Cuando se encuentra una de buena calidad, con pocos aditivos, conservantes, etc, resulta realmente cara y, el resto, están llenas de aditivos en forma de azúcares y sodio.

Es algo que siempre tengo en la nevera para una merienda o desayuno rápido o para añadir a smoothies, etc.

La mantequilla de cacahuete es muy nutritiva y está genial para dárselo a los niños pues, aparte de nutritivo es muy energético, ideal para los deportistas. Es de los alimentos de origen vegetal que más proteínas concentran y también, es excelente fuente de potasio, zinc, vitamina E y omega 3

Tan sólo necesitamos un ingrediente, cacahuetes naturales y un procesador de alimentos que tenga cierta potencia (yo lo preparo con la thermomix pero podéis utilizar una licuadora de vaso, cualquier otro procesador de cocina. En mi caso, también le añado una pizca de sal.

Lo ideal es que encontréis los cacahuetes naturales y pelados. No los venden en todos los sitios. Yo los he comprado en tiendas de productos internacionales. Los compro habitualmente en Makro, en bolsas de 1 kg y es súper cómodo. 

Si no los encontráis así, la otra opción es comprarlos naturales con cáscara y pelarlos, quitarles tanto la cáscara como la piel que los envuelve. Es un poco más trabajoso pero nada complicado, lo podéis hacer viendo vuestra serie favorita.

La cantidad que preparéis, es la que vosotros queráis. Yo suelo hacer medio kilo pues divido la bolsa de 1 kilo por la mitad y me sale un tarro de cristal mediano. Si los compráis con cáscara, pues los peláis y hacéis la bolsa entera.

PREPARACIÓN:

Colocamos los cacahuetes pelados en una bandeja para horno y los horneamos a 180ºC unos 15-20 minutos. Depende un poco del horno. Podéis ir vigilándolos de vez en cuando y removiéndolos con ayuda de una pala de madera para que se tuesten bien por todas partes.

Tengo que admitir que las últimas dos veces, se me tostaron de más y la mantequilla salió mucho más rica pues el sabor es más intenso.

Suelo aprovechar el tiempo de horneado de otras recetas para tostar los cacahuetes, así aprovechamos el calor y energía del horno.

Una vez tostados, sacamos e introducimos en un procesador de alimentos junto con una pizca de sal. Al igual que cuando preparamos otras mantequillas de frutos secos, como la crema de avellanas con chocolate casera, primero se irá haciendo una harina. Seguimos moliendo y poco a poco el cacahuete irá soltando sus aceites hasta conseguir convertirse en una mantequilla. El tiempo depende mucho de la potencia del aparato con el que lo hagamos. Es cuestión de ir poco a poco, parar de vez en cuando y bajar los restos que hayan podido quedar en las paredes, con la ayuda de una espátula, y seguir.

Dependiendo de la textura que nos guste más, podemos optar por triturar del todo hasta conseguir una crema homogénea o bien dejar pequeños pedacitos de cacahuete para que la textura sea más crujiente. A mí me gusta más esta segunda opción pero ambas son ideales.

Una vez preparada la mantequilla, metemos en un bote con tapa y nos durará mucho tiempo en el frigorífico.

Podemos utilizarlo en multitud de preparados. Uno de mis favoritos es sobre una tostada de pan integral, con plátano y cacao en polvo espolvoreado (ideal para un desayuno rápido, nutritivo y saciante).

También lo añado a smoothies como el smoothie de plátano con mantequilla de cacahuete. Asimismo, también la podemos utilizar para diversos aliños, acompañar un porridge de avena, fruta, etc.

Para los veganos que no toman proteína animal, es una excelente fuente de proteína vegetal.