En el norte del país, donde abundan los cultivos de trigo, la versión tradicional de las tortillas emplea este cereal. Suelen ser de diámetro algo mayor (12-15 cm) que las de maíz (10-12 cm) y son el acompañamiento obligado de las especialidades norteñas.
En México se denominan "tortillas" a las tortillas de maíz y "tortillas de harina" a las tortillas de harina de trigo.
Ya habíamos explicado cómo hacer las tortillas de maíz, más comunes en todo el centro y sur de México.
Como visteis son súper fáciles de elaborar y el único ingrediente que necesitamos, que no encontraremos en nuestros supermercados habituales, sería la harina de maíz nixtamalizado. No obstante, os pasé una lista de tiendas donde podíais conseguirla, aparte de El Corte Inglés, para todos aquellos que tengáis uno cerca.
Hoy os explico cómo hacer las tortillas de harina (o tortillas de harina de trigo) igualmente fáciles y, en este caso, con harina de trigo normal. Las tortillas de harina de trigo las utilizaremos para acompañar quesadillas, fajitas, burritos, y muchas otras especialidades del norte de México.
INGREDIENTES: (para unas 25 o 30 tortillas, podéis dividir los ingredientes si no queréis tantas)
- 4 tazas* de harina de trigo normal (500gr)
- 1 cucharadita de sal (5 gr)
- 1/2 cucharadita de polvos de hornear (tipo levadura royal o similar) o bicarbonato (2 gr)
- Una cucharada o más (va en gustos) de manteca de cerdo** (85 gr aproximadamente)
- 2 tazas de agua muy caliente, incluso hirviendo (385 gr)
(*) Cuando pongo las medidas en cucharadas, cucharaditas o tazas, son las medidas oficiales.
(**) Las tortillas de trigo, en México, se suelen elaborar con manteca vegetal, la cual es bastante difícil de encontrar en España. Se puede sustituir por manteca de cerdo que encontraréis en cualquier supermercado. He leído que también se puede utilizar margarina o aceite de girasol en las mismas cantidades aunque yo no lo he probado.
ELABORACIÓN:
- Ponemos, en un bol, la harina junto con la sal y los polvos de hornear o bicarbonato. Revolvemos con unas varillas o tenedor.
- Ponemos, en un bol, la harina junto con la sal y los polvos de hornear o bicarbonato. Revolvemos con unas varillas o tenedor.
- Añadimos la manteca.
- Con la ayuda de un tenedor o machacador de patatas vamos incorporando la manteca, mezclándola con toda la harina.
- Vamos añadiendo poco a poco el agua. No añadimos toda porque el agua que vayamos a necesitar depende del clima donde vivamos, la calidad de la harina, estación del año, etc. Tiene que quedarnos una masa firme, pero no excesivamente pegajosa, que podamos trabajarla.
Mezclamos bien con la ayuda de una cuchara de palo o rasqueta de panadero, con cuidado de no quemarnos en caso de que el agua está hirviendo.
Una vez mezclado, volcamos la masa en una encimera con harina y amasamos durante unos minutos hasta que veamos que está bien mezclado e incorporados todos los ingredientes.
Dejamos la masa reposando unos 10 o 15 minutos en un bol, cubierta con un paño.
Empezamos haciendo bolas del tamaño de una nuez grande. Podemos utilizar una tortilladora, si es que tenemos una. En ese caso las tortillas nos quedarían perfectamente redondas.
Si no, podemos extender la masa con la ayuda de un rodillo. Nos quedarán con forma irregular pero no pasa nada, recordemos que son caseras y estarán igualmente riquísimas. No obstante, si se quiere, siempre se pueden recortar con la ayuda de un aro grande de emplatar.
En esta ocasión quisimos hacerlas con rodillo para ver qué tal.
La masa de estas tortillas es mucho más elástica que la de las tortillas de maíz , no es quebradiza, podremos cogerla sin problema para trasladarla al comal o sartén donde las coceremos.
Vamos colocándolas en el comal o sartén sin nada de aceite. Esperamos unos 15 segundos, vemos que los bordes se empiezan a tostar, les damos la vuelta y esperamos otros 10 o 15 segundos. Volvemos a darles una última vuelta, otros 10 o 15 segundos y ya estarán listas. Veremos que se nos inflan un poco.
IMPORTANTE: Conforme las vayamos sacando, es imprescindible meterlas entre un paño para que se humedezcan y queden flexibles, si no lo hacéis así se secarán y quedarán rígidas y quebradizas.
Una vez que terminemos de cocinar todas, y las tengamos cubiertas con el paño, las introduciremos, a su vez, en una bolsa de plástico para crear mayor humedad.
Cuando vayamos a consumirlas, si no están calientes, podemos calentarlas, cubiertas en su paño (sin la bolsa) en el microondas un minutos. Al servirlas, seguirán en su paño y las sacaremos de una en una, según se vayan consumiendo.
Se conservan perfectamente en el frigorífico (con el paño y dentro de una bolsa) durante una semana.
Esta es fácil, la haremos con las enanas. Una preguntita, si se te inflan ¿pinchas o pasas de la burbuja?
ResponderEliminarPasas de la burbuja, en cuanto la saques se va a desinflar. Ya sabes, inmediatamente las guardas para que con la humedad se mantengan flexibles. Hazlas y me cuentas. Otro día tienes que hacer las de maíz, son igualmente fáciles y las vas a utilizar para un montón de cosas.
ResponderEliminarCalla calla calla que aún no he hecho la digestión y ya me está entrando la gusa...
ResponderEliminarQue lindas te han quedado, en casa nos encantan las tortillas de harina son deliciosas, saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Norma!
ResponderEliminarQué buenas para llenar con dulce o salado.
ResponderEliminarUn beso.