Hay distintas técnicas, congelarlos, conservarlos en aceite o deshidratarlos.
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar bien el boletus. Ya expliqué cómo hacerlo cuando publiqué la receta de Crema de setas y castañas pero, os lo recuerdo.
Para limpiar un boletus, quitamos el sombrero y, de ahí, hay que quitar toda la capa de debajo, la que asemeja una esponja. Lo podemos hacer con la ayuda de un cuchillo o, si se quita bien, con los dedos.
Del boletus se come todo, incluído el tallo. Para limpiarlo, quitaremos bien los restos de tierra con un paño o con un cepillo. Si el tronco tiene mucha suciedad incrustada, podemos quitar la piel de fuera con la ayuda de un pelador de verduras.
Cortamos en rodajas toda la parte comestible y, ahora podemos decidir cómo conservarlos.
CONGELARLOS
Si queremos congelarlos, procederemos al igual que hacemos con el resto de productos. Ya lo vimos con los chiles, con las moras, o con los mangos. Se trata de colocar sobre una bandeja un papel sulfurizado y colocar encima las distintas piezas de fruta separadas. Lo introducimos en el congelador y, una vez congelado (pasadas unas horas) podemos sacarlas y meterlas en una bolsa y volver a meter en el congelador, de esta forma no se pegarán las unas a las otras y podremos sacarlas individualmente cuando las necesitemos.
CONSERVARLOS EN ACEITE:
En este caso, una vez cortados, los colocaríamos en una sartén y los cubriríamos de aceite. Los freimos bien hasta que suelen todo el agua y ésta, a su vez se evapore. Una vez fritos los metemos en botes de cristal limpios y desinfectados. dejamos un par de centímetros sin llenar. Cerramos y hervimos los tarros en una cacerola con agua (suficiente para cubrir los tarros de cristal) unos 20 minutos.
Una vez pasado el tiempo, dejamos enfriar y guardamos en la despensa junto al resto de conservas. no olvidemos poner una etiqueta con la fecha de envasado.
DESHIDRATARLOS:
A mí me gusta deshidratarlos porque, una vez así, tengo la opción de guardarlos en bolsas para conservarlos o bien regalarlos o pulverizar y guardar el polvo del boletus en botecitos y utilizarlos posteriormente para guisos o ensaladas, le da un toque verdaderamente rico a la comida.
Para deshidratarlos tenemos 2 opciones:
Una vez cortados en láminas, podemos colocarlos sobre hojas de papel de cocina y bandejas y tenerlos así unos días hasta que hayan perdido todo el agua y se hayan secado. Intentad darles la vuelta de vez en cuando.
Con el deshidratador de alimentos. Como sabéis, el motivo de comprarme el deshidratador fue más bien porque me ayudaba a reducir el tiempo de secado de la glasa de las galletas pero, una vez en casa, le he dado mucho más uso y deshidratos boletus, frutas (plátano, manzana, coco, etc) que utilizo luego para hacer otro tipo de recetas como la granola.
Introduzco las láminas de boletus en el deshidratador y enciendo. El tiempo variará dependiendo del clima donde vivas. En mi caso, lo tuve unas 3 horas. No estaba todavía seco del todo pero, como era tarde y me tenía que ir a dormir, lo apagué.
Al día siguiente, después de toda la noche, los boletus estaban totalmente secos. Así que el tiempo es aproximado, más vale ir verificando cada cierto tiempo cómo va.
Una vez secos, o bien los pulverizáis con ayuda de un procesador de alimentos, themomix, molinillo de café, etc o bien los guardáis para utilizarlos durante el resto del año o para regalar, ¡es un regalo muy apreciado, os lo aseguro!
Cuando veo que los boletus están bien de precio o me regalan o cogemos muchos, me gusta deshidratarlos para tener siempre a mano.
Lo que dan de sí las setas, verdad Verónica. A nosotros nos gustan mucho y somos de una sociedad micológica. Estos días hemos clausurado las charlas, premios e incluso la degustación. Nosotros deshidratamos de un modo artesanal, no con una máquina tan estupenda como esa, y también congelo, escabecho y envaso en aceita al vacío.
ResponderEliminarGracias por esta entrada que sabe a naturaleza.
Por cierto, hay una chica de aquí que tiene un blog de cocina de setas exclusivo -quizás te interese visitarla- es http://cocinandosetas.blogspot.com.es/
Un abrazo
¡Ya te digo que si dan de sí las setas! y eso que nosotros no somos tan profesionales como vosotros Yolanda. Muchísimas gracias por la información de este blog, ¡claro que me interesa! Ahora mismo lo visito. Un abrazo
EliminarUn placer compartir esta afición contigo, Verónica.
Eliminar¡Gracias por esta entrada Verónica! Me parece muy útil, y aunque por aquí no es zona de muchas setas esta técnica se puede aplicar a muchas frutas.
ResponderEliminar¡Besos mil!
http://losdulcessecretosdecuca.blogspot.com.es
De veras Cuca, yo con mi deshidratador estoy encantada. Un beso
EliminarMuy buena explicacion! Me encantan las setas!
ResponderEliminarBesos!
Muchas gracias Diana. Un beso
EliminarUna entrada muy, muy interesante! Gracias Verónica!
ResponderEliminarGracias Elia. Un besazo guapa
EliminarGenial!!! ahora solo me falta salir a la caza y captura de unos cuantos....o comprarlos, que en mi caso será lo más fácil ;)
ResponderEliminarMuchos besos y feliz casi fin de semana guapa!!!!
Es otra opción Juana. Yo, cuando los veo bien de precio y no estoy en Cuenca, que es donde los cogemos, los compro y los guardo. Un besazo
EliminarSí, que sí acepto el regalo :-)))
ResponderEliminarUn saludito
jajaja! Gracias
EliminarEn el pueblo bonito, es una de las setas que más hay, el boletus, allí lo conocen como Hongo Beltza, que significa, hongo negro... buen trabajo Vero
ResponderEliminarNo tenía ni idea, ¡todos los días se aprende algo nuevo! Gracias Tete.
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