CÓMO HACER HORCHATA DE COCO

Como ya sabéis, en México es muy habitual acompañar las comidas con aguas frescas. Hay infinidad de variedades y es algo que a mí, personalmente, me encanta, pues es mucho más sano que los refrescos, los cuales incorporan una gran cantidad de azúcares y los hacen nocivos para la salud.

Las aguas frescas las puedes tomar en cualquier momento del día. Si llevas una dieta baja en calorías, puedes sustituir el azúcar por edulcorantes o bien disminuir la cantidad de azúcar que lleve la receta.

Ya os pasé la receta del agua de jamaica, una de mis preferidas, pero, tengo que confesar que, por delante del agua de jamaica, siempre ha estado la HORCHATA DE COCO. 

La horchata de coco la descubrí muchísimo tiempo antes de conocer a Ramón. 

Tenía 18 años y estaba viviendo en Montreal, Canadá, donde pasé un año trabajando de babysitter cuidando niños y estudiando inglés y francés antes de empezar la universidad. En pleno invierno infernal canadiense, comienzan a aparecer ofertas de viajes a países latinos, en especial México o República Dominicana. Una tarde encontramos una súper oferta de vuelo que salía esa misma noche y, sin pensarlo 2 veces, nos fuimos, mi amiga Matilde, su hermano Jose Carlos y yo.

Pasamos una maravillosa semana en Acapulco, la sigo recordando  con muchísimo cariño, no sé si por el sol y calor frente al gélido invierno de Canadá en ese momento. Desde que volví de aquel viaje quedé enamorada de México, ¿quién me iba a decir a mí que terminaría casándome con un mexicano y viajando habitualmente a México, país que adoro y donde tengo a mi familia política y tan buenos amigos.

Allí descubrí la horchata de coco. Todas las tardes nos acercábamos a un puesto de aguas frescas regentado por un señor encantador llamado José, con quien charlábamos un buen rato y nos contaba anécdotas e historias de Acapulco. 

Desde que volví de ese viaje no había olvidado el sabor y la exquisitez de la horchata de coco. ¡Tantas veces he vuelto a México y no he tenido oportunidad de volver a probarla! Ramón me decía que la horchata de coco se encuentra, sobre todo, en sitios de costa.

Llevaba tiempo buscando la receta y, ¡qué mejor que tener el blog para buscar y buscar y dar con ella! El caso es que he leído muchas, otras tantas que llevaban también arroz pero, ¡yo la quería sólo de coco! Al final, entre unas y otras, hicimos nuestra propia receta y tengo que deciros que la cara de felicidad que se nos quedó al probarla era para grabarla. ¡Tanto Ramón como yo, nos miramos y dijimos, ¡Está exquisita, es la auténtica horchata de coco! 

Así pues, os traemos una receta increíble cuyo principal trabajo lo da el abrir el coco, el resto es muy sencillo. Por eso os vamos a detallar cómo lo abrimos nosotros para que os sea lo más sencillo posible, ¡eso sí, hay que abrirlo en el exterior, no lo hagáis en casa porque podéis ponerlo todo como un campo de batalla! Si tenéis un jardín, una calle poco transitada, vivís en un pueblo o, como nosotros, tenéis un jardín debajo de casa, os aconsejo que bajéis y en un momento lo hacéis sin problemas.

INGREDIENTES: (para 4 litros  de horchata, si queréis menos, dividís los ingredientes)

- 3 cocos (*)

- El agua de los cocos 

- Agua, la necesaria para que, junto con el agua de los cocos tengamos, como mínimo 2 litros o 2 litros y medio.

- 350 gr de azúcar

- 2 ramas de canela

- 1 lata de leche ideal.

(*) En todas las recetas te dicen que los cocos tienen que ser tiernos. Si vives en México y tienes la oportunidad de comprarlos tiernos, perfecto. Aquí en España, los cocos que llegan ya están maduros y tienen una corteza muy dura. No obstante, el resultado fue extraordinario, así que podéis comprar tranquilamente los cocos que os vendan que os aseguro vais a conseguir una horchata deliciosa.

ELABORACIÓN:

Lo primero que hay que hacer es sacar el agua de los cocos. Aquí te viene el coco preparado con 3 huecos para que introduzcas algo y le saques el agua. Nosotros colocamos el coco sobre un recipiente para que no se nos moviera, introdujimos un destornillador y, con ayuda de un martillo le dimos unos golpecitos y, enseguida se abrió. Sacamos su agua y la reservamos en una jarra. No os preocupéis si sale con impurezas, luego la colamos.

Estos 2 primeros pasos los hicimos en la calle, luego seguimos en casa.

-Para abrir el coco, lo más fácil es darle un golpe seco y fuerte, se abrirá sin problemas.

- Ahora lo que hay que hacer es sacar la pulpa del coco. Al ser cocos maduros, la pulpa está pegada a la corteza. Lo más fácil es, con la ayuda de un cuchillo, separar la pulpa de la corteza. Esta pulpa llevará pegada una piel fina. Una vez sacada la pulpa de los cocos, con ayuda de un cuchillo y sobre una tabla de madera, le vamos quitando la piel, rebanando la piel hacia abajo.

Una vez que tengamos la pulpa sin piel, la ponemos en un colador y lavamos para quitar polvo e impurezas que haya cogido.

El agua que hemos reservado del coco la colamos para quitarle impurezas.

Colocamos la pulpa, la canela,el agua de los cocos y el agua en una licuadora o thermomix. Dependiendo de la potencia de la licuadora, quizás tengáis que licuarlo en 2 o 3 partes. En la thermomix lo hacéis, sin problema, todo a la vez.

Si veis que os queda demasiado seco, vais echando más agua, tiene que quedar con la consistencia de una papilla espesa.

Una vez bien licuado, procedemos a colarlo. Para ellos colocaremos una tela fina o gasa encima del colador y sobre un recipiente grande (bol, ensaladera ...). Apretaremos bien para sacar todo el líquido. Una vez colado podemos tirar la pulpa del coco.

A ese líquido le añadiremos el azúcar (o edulcorante) y la leche ideal. Le daremos unas vueltas y guardaremos en recipientes en el frigorífico.

Se sirve bien fría, si se desea se le pueden añadir unos cubitos de hielos.

Si no habéis tenido oportunidad de probarla, os aconsejo que lo hagáis, ¡es una auténtica delicia!

Se conserva perfectamente durante 3 días en el frigorífico.

Si queréis prepararla para un sábado, por ejemplo, podéis sacar la pulpa el día previo, para quitaros el "trabajo duro" y la conserváis en un recipiente hermético cubierta de agua. Al día siguiente sólo tendréis que colocar los ingredientes en la licuadora.

Ideal para un cumpleaños de niños, o para una comida mexicana donde, aparte de las cervezas, nunca faltan las aguas frescas.

¿Os gustan las aguas frescas, habéis tenido oportunidad de probar la horchata de coco?

Si estáis interesados en comprar una licuadora potente, ésta es la que utiliza Ramón. Nosotros la compramos en Carrefour pero la tienen también en Amazon.